RELIQUIAS Y PATRIMONIO CULTURAL E HISTORICO.
En medio del compartir con los dos más grandes boleristas del mundo: Daniel Santos Betancur y Orlando Contreras Acompañados de tragos de licor y comida del Caribe, de manera imperdonable omitimos el nombre del también inolvidable Carlos Argentino intérprete de muchos boleros , sones y de otro tipo de canciones de música popular con la Sonora Matancera de Cuba.
Al advertirlo, Daniel y Orlando me hicieron jurar tres veces por mi mamá y la de ellos, que ubicaría el nombre del cantante en la lista de mis top 30 y ahora, fiel a mi palabra de hombre caribeño lo incluyo en esta lista que a continuación escribo, no sin antes incluir al barranquillero Aníbal “Sensación Velázquez” cuyo conjunto interpretó más de una docena de inmortales boleros, al cubano Rolando La Serie: “EL Guapo de la Canción” y a otro de los cantautores mejicanos inolvidables : Armando Manzanero..
Así, investido de la mayor autoridad moral y política que tiene una persona como es su propia autodeterminación, su propio, exclusivo y personal gusto por la música, a continuación seleccioné a mis mejores 36 boleristas y más del mundo, en riguroso orden de preferencia musical, resaltando una , dos y hasta tres de sus canciones que más impactaron el pentagrama de mi afectividad desde niño, hasta mi época presente de adulto mayor:
1. Daniel Santos Betancur: Lamento Borincano, Hilos de Plata y Se Vende Una Casita.
2. Orlando Contreras: Amigo de Qué? Y Dolor de Hombre
3. Los Tres Reyes: Alma Mía, Triángulo y El Almanaque.
4. Javier Solís: En mi Viejo San Juan y El Rostro Mío
5 .Roberto Ledesma. Palabras en el Cielo y Camino del Puente
6. Felipe Pírela. El Malquerido y Perdámonos
7. Gilberto Urquiza: Bodas Negras y Empleadita.
7ª.Armando Manzanero: Adoro y Esta tarde vi Llover
8. Miltinho: Amor de Pobre y En Un Rincón Del Alma
9. Pedro Infante: Flor Sin Retoño y Que seas Feliz
10. Los Hermanos Arriagada: Nathalí y Poema
11. Alci Acosta: Odio Gitano y El último Beso.
12. Charlie Figueroa: Arrullo de Palmas y Culpa al Destino
13. Tito Rodríguez El Inolvidable: Cuando Ya No me Quieras E inolvidable
14. Olimpo Cárdenas. Temeridad y Nuestro Juramento.
15. Julio Jaramillo: Ódiame y Los versos a Mi madre.
16. Los Panchos: Nuestro Amor y Rayito de Luna.
17. Juan Carlos Coronel: Luces de Nueva York y El preso,
18 Rolando Laserie: Las Cuarenta y Hola Soledad.
19. Nelson Pinedo. El Almirante del Ritmo: Desesperación y ¿Quien será?
20. Bienvenido Granda. El Bigote Que Canta: A la Orilla Del Mar y Angustia.
21. Leo Marini: Caribe Soy y Señora Bonita.
22. Aníbal Velásquez: Triunfamos, Rondando Tu Esquina y Ayúdame a Vivir.
23. Carlos Argentino: Una Canción y Alma Vendida.
24 Miguelito Valdés: Loco de Amor.
25 .José Luis Rodríguez, Cheo García y Memo Morales: muchos hermosos boleros en mosaicos con Billos Caracas Boys
26. Hernando Barrios: Pecado Mental.
27 .Vicentico Valdés: La última Noche.
28. Nat King Cole: Noche de Ronda.
29. Tito Cortés: Derrumbes y Dos Claveles.
30. Víctor Hugo Ayala : Camino Verde
31.Carlos Julio Ramírez: Bésame Morenita.
32. Sofy Martínez: Semilla de Odio.
33.Agustín Lara: fuera de serie por los boleros inmortales que compuso.
Conversando después con Orlando Contreras le comenté el impacto que “Lamento Borincano” había dejado en mi conciencia social fortaleciendo mi causa por los humildes del mundo , defendiendo la batalla que años atrás había emprendido “EL jefe” por la independencia de Puerto Rico, al punto que en ese año del encuentro, e incluso hoy recuerdo esta estrofa final:
…Y triste el jibarito va,
Llorando así, diciendo así por el camino.
¿Qué será de Borinquen Mi Dios Querido?
Qué será de mis hijos y de mi Hogar?
Hilos de Plata es otra hermosa canción del Viejo Daniel, que me entusiasmó mucho cuando enamorado de una mujer mayor de edad que yo, veía inminente la aparición de sus canas, y por eso le cantaba:
Cuando aparezcan los hilos de plata en tu juventud,
como la luna , cuando se retrata en un lago azul,
entonces nadie podrá robarme tu cariño…
Más, nadie me lo quitó… la vida inexorable marcó nuestros caminos por rutas diferentes!
Al jefe Daniel, por su parte le comenté que yo había llegado a las canciones de Orlando por la manera espectacular como las canta, hasta el día de hoy, por sus letras, de la vida real, por su música hermosa en todas sus canciones , al igual que la de las de él.
Hoy recuerdo, cuando en reuniones las cantaba con mis hermanos y amigos, ajeno tal vez al dolor del hombre que inconsolable rogaba a su mujer:
Vuelve otra vez, no, no lo hagas por mí,
hazlo por tus hijos, aunque yo,
sienta un dolor,
finja un papel, ante mis hijos y Dios
…dolor de Hombre.
En medio de la noche a continuación sonaba: Amigo de Qué? La canción que inmortalizó a Orlando aquí en Cartagena, entre nosotros los románticos, cuya música se escuchaba en todas las emisoras radiales, en los buses, “las chivas” de ese tiempo de los años 50, 60 y 70, en las casas de la vecindad y en los radios transistorizados que portábamos los más afortunados en los manos, luego de comprarlos en los Sanadresitos del mercado cuando estuvo ubicado en la Calle Larga o en Maicao, o de ganárnoslo en un rifa, como me sucedió en una ocasión.
Gracias a Dios en mi vida nunca he interpretado el “Amigo de Qué?”, por despecho, por supuesto, aunque si por otros factores, cuando la “amistad” de supuestos amigos , no resistió la presencia de un fajo de billetes para compartir, y la vil avaricia de aquellos me llevó a cantarles sin frió ni calor la frase inmortal de Contreras:
Tú no eres mi amigo…Amigo de qué?...
Las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX, en mi pentagrama, fue la época dorada del bolero que competía con los demás ritmos del Caribe y los vallenatos que se posicionaron después de este romántico ritmo.
Fue en esos años cuando aparecieron los “Tres Reyes” cuya música conocí a través de los LP. Que un amigo, Walberto Del Rio, traía desde Medellín a mi casa materna de Las Delicias, donde nunca faltó la buena música.
Allí en esos espacios de sanas tertulias, las guitarras y el requinto de los mejicanos dejaron en nuestras almas juveniles las letras inolvidables de “Triángulo”, una relación sentimental, difícil de vivir acompañada del Extravío cuando cantamos :
“Que pena me da mirarte cuando te miro!
Que pena me da saber lo que has perdido,
por jugar con el honor, con el honor,
con el amor hoy sufres y te lamentas lo que has perdido!”
A Javier Solís lo conocí en su propio patio: Ciudad de Méjico donde residía.
Con una delegación de entrañables amigos de La Normal de Varones, fui escogido como delegado de esta ante la UNAM (Universidad Autónoma de Méjico) para compartir experiencias pedagógicas, y la gran sorpresa cultural fue la presentación de Javier y su orquesta.
Esa noche de 1965, el mejicano nos cantó su mejor canción: “En mi viejo San Juan”, de la cual estuve convencido toda la vida que era de Rafael Hernández y resultó siendo de de ¿?????’.
Allí, al escuchar el canto, los cartageneros sentimos la nostalgia de “las callecitas de Cartagena” , sentimiento que aumentó al escuchar la historia de:
“Payaso con careta de alegría”
Pero tengo por dentro el alma rota…
Porque algunos de nosotros habíamos vivido esa ingrata experiencia….y ¿para que contar más? …
Peor aun cuando Solís cantó Las Rejas No Matan :(Una ranchera)
¿Qué labios te cierran los ojos,
Los ojos que a besos cerré?
auroras que son puñaladas ,
las rejas no matan, pero si tú maldito querer!
Momentos después, inspirado en los boleros, recuerdo aquella alegre noche, cuando en medio de música crossover le canté a ella, a la que fue mi gran amor, junto con Roberto Ledesma Palabras en el Cielo:
Yo quisiera decirte que te quiero,
Como a nadie en la vida le haya dicho,
Voy a buscar palabras en el cielo,
de las que dice Dios allá en el infinito.
Pero, más inolvidable es todavía el borrascoso día cuando las fuerzas de las circunstancias, marcadas por la traición me obligaron a cantar en silencio y a viva voz:
Camino del puente me iré,
A tirar tu cariño al rio,
a mirar como cae el vacío,
y se lo lleva la corriente…
Mi corazón y yo, nos pondremos después de acuerdo,
Y muy pronto ya no habrá de ti un solo recuerdo…
Así era la música de Ledesma en su época de oro y lo es hasta hoy :directa al alma de los latinoamericanos con las crónicas cantadas de nuestros amores, cuando interpretó por ejemplo a Manzanero cantando “Adoro”, canción que se convirtió en un himno de los enamorados en la América de esos tiempos idos
Imposibilitado para revivir tantos recuerdos musicales, haré aquí un corte provisional a la evocación del pasado, no sin antes referirme a Felipe Pirela, cuya canción del “Malquerido
Soy malquerido por la mujer,
Que yo más quiero, y esa mujer,
Vive conmigo queriendo a otro.. .
levantó muchas ampollas entre los cartageneros y caribeños, e incluso entre alguien de mis allegados quien defendía una tesis muy controvertible: Engáñame pero no me dejes.
La tesitura de la voz de Pirela es increíble, aún después de muerto y fue esta la que nos convirtió en fans de su arte, amante de todos sus boleros y de sus rítmicos mosaicos con Cheo García y demás artistas de la Billos Caracas Boys.
Sin embargo el” bolero, Perdámonos” es historia aparte porque me tocó vivirlo en vivo y en directo: en el interludio de mi primer divorcio, tratando de superar los infortunios de la separación que produjo la incomprensión y los celos, encontré a una gran amiga enamorada de mí, conocedora de los boleros de Felipe y un día sin que mediaran palabras, a través de esta canción me propuso:
Perdámonos por la ruta más lejana de este mundo
Perdámonos y vivamos,
nuestro amor que están profundo.
Que no nos acosen, que no nos molesten,
que nos den por muertos….
No obstante, la cobardía que aún siento frente a este tipo de propuestas y la falta de confianza en las aventuras, más no el amor, me impidió tomar una decisión, la cual a pesar de tantos años todavía no logro calcular cuales hubiesen sido sus efectos.
Pero la vida es así: Real…aunque las canciones muchas veces reflejan las vivencias de sus autores y de quienes las cantamos y nos apropiamos de ellas y sus mensajes.
CONTINUARÁ SIN SUCESIÓN INMEDIATA.
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